Cosme Vázquez/ASICh
TUXTLA GUTIERREZ, Chiapas, 09 de Febrero de 2017./Cosme Vázquez/ASICh.- Enrique Alberto Vázquez Constantino, director general del Centro de Investigación y Estudios Sociales, Económicos y de Mercados del sector privado, sostuvo que en México se debe de mejorar la normatividad para el uso de la innovación tecnológica. Es urgente modificar los protocolos de protección al capital intelectual, a la propiedad industrial, para incidir en la economía productiva.
Al ser entrevistado, señaló que se debe acelerar la actualización de las normas oficiales mexicanas y mejorar la política en materia de seguridad y protección industrial, para proteger el capital intelectual.
Dijo que actualmente mientras se batalla con que se actualicen las normas oficiales mexicanas, en otro país pueden aprovechar el conocimiento en la ciencia, la tecnología y la innovación, toda vez que desde el momento en que se solicita una patente queda toda la información en internet con acceso al público.
Con una sola modificación que puedan hacerle al proyecto, se pierde la protección del capital intelectual mexicano y lo pueden tomar como modelo de utilidad, con todo el derecho.
Vázquez Constantino consideró que podría tratarse de una estrategia de los grandes capitales mundiales el que se incentive la generación y la publicación de patentes en los diferentes países del mundo que tienen necesidad y por lo mismo más creativos.
De ahí que en más de una persona se ha escuchado decir que ya había inventado o descubierto algo, pero otros le robaron la idea. Están aprovechando el capital intelectual.
Por eso, lo importante es que en México se tenga una estrategia inteligente en donde se pondere el conocimiento y se le brinde protección al capital intelectual de los desarrolladores, para que los beneficios económicos lleguen a su bolsillo.
Anotó que en México es tardado el proceso de protección, en tanto la ciencia y la tecnología va mayor velocidad, por lo que si se pierde la oportunidad de estar desarrollando algo inédito se está perdiendo la competitividad.
Dijo que se debe tener cuidado, porque no es solo el incentivar la generación de patentes. Si en México tuviéramos condiciones diferentes a las que tenemos en la actualidad, todos estaríamos promoviendo las patentes.
A nivel mundial una política de la innovación y uno de los indicadores para la innovación es el registro de patentes, y México, de acuerdo al Indice Global de Innovación ocupa actualmente el lugar 71 por el número de solicitudes de patentes, de 124 países donde se genera esta medición. Lidera la lista China, seguido de Alemania, Japón, Korea, Suiza, Estados Unidos, Finlandia, Dinamarca, Suecia, Holanda, Luxemburgo, Austria, etc, etc.
Indicó que en esos países que lideran la lista, la forma en que se registran las patentes son ágil y expedita, y el solicitante asume la responsabilidad que no se trata de un plagio, de lo contrario se le aplica la ley.
Sin embargo, en México no tenemos un marco legal integral, adecuado e inteligente que nos permita aprovechar el conocimiento y los avances científicos y tecnológicos que se estén dando. Tenemos que modificar nuestras leyes y la normatividad para poder acelerar y aprovechar los avances científicos y tecnológicos que vayan incidiendo en la economía productiva.
En nuestro país, al solicitar un registro de patente, mientras nos autorizan, ya quedó pública toda la información en internet, en tanto no están actualizadas las normas oficiales ante los avances tecnológicos. Por eso, por más demostración que se haga que esas nuevas tecnologías son mejores que las anteriores, no se puede comercializar.
Puso de ejemplo, si una empresa de la construcción utiliza algunos productos de innovación y los implementa, por el hecho de estar fuera de norma todo el trabajo ya no cumpliría con los protocolos que establecen las normas.
Indicó que por un lado se estimula la ciencia, la tecnología y la innovación, pero por otro lado no se estimula a través de las compras. Y si un nuevo desarrollo tecnológico no se puede vender estamos ante un círculo vicioso.
Vázquez Constantino aseguró que desde el CIESEM recomiendan la protección a través de secretos industriales, donde uno de los íconos ejemplo a nivel mundial es la Coca Cola, la cual no tiene patente, pero sí cuenta con secreto industrial.
Así, sigamos aprovechando la investigación, la innovación pero protejámosla con secreto industrial, sin dejar a un lado el impulsar reformas a la legislación que permita tener otro tipo de estrategia en un futuro. Si tenemos leyes y sistemas de normas que vayan avanzando a la velocidad con la que va desarrollándose la ciencia y la tecnología, el registro de patente sería lo adecuado, pero mientras no. ASICh.