TUXTLA GUTIERREZ, Chiapas, 17 de Julio de 2014/ASICh.- Más de 120 mujeres vendedoras del mercado y centro de Tuxtla Gutiérrez, ante la situación que no pueden trabajar porque son levantadas por policías municipales, donde lo venían realizando en algunos puntos de las calles solicitaron apoyo de organismos de derechos humanos, independientemente que desde el momento en que se han recrudecido los operativos, iniciaron una queja ante el Consejo Estatal de Derechos Humanos.
De acuerdo a testimonios de las mujeres que venden artesanías, nanche, limón, aguacate, pulpa de camarón, pescado, ropa, rastrillos, pasta dental, frutas, verduras, flores, etc, agrupadas en el Comité de Vendedoras Independientes de Tuxtla Gutiérrez, aseguran que desde la presente administración del alcalde Samuel Toledo Córdova Toledo se ha dado con mayor fuerza los decomisos de sus mercancías.
Consideran que están siendo violados sus derechos humanos, en tanto las autoridades conceden espacios y permisos a personas de otros lugares como la ciudad de México y Puebla, así como miembros de la organización Antorcha Campesina.
Las mujeres relataron que “nos levantan parejo, cuando muchas tenemos tarjetón y pagamos el permiso para vender. Abusan parejo con policías sectoriales y fiscales y nos mandan a grupos paramilitares para agredirnos como son los de Antorcha Campesina”.
Han robado nuestras cosas en los operativos, nos amenazan, pero a los de Antorcha Campesina sí les permiten y los colocan en espacios que son nuestros y estratégicos como son las esquinas. Y se preguntan por qué nos tratan así, si no estamos perjudicando a nadie.
Aseguran que en los operativos realizados han detenido a dos de sus compañeras que para salir han tenido que pedir prestado para pagar la fianza”.
Las mujeres vendedoras denuncian que una vez que ha sido decomisada algunas de sus mercancías, les exigen una multa excesiva de $6,377 pesos para recuperarla, con el fin de quedarse con sus cosas, además muchas de ellas denunciaron que han sido golpeadas, humilladas en los operativos y que les han robado cajas de frutas, ropa, camarones y sus diablitos en donde trasladan sus mercancías.
Algunas de ellas manifestaron que han tenido pérdidas de 300, 1,200, 3000 y hasta 5,000 pesos, dinero que deben porque lo han conseguido por préstamos a intereses muy altos.
Sostienen que muchas de ellas han pagado sus permisos para vender y han estado desde hace más de 30 años en esos espacios, por lo que exigen que cesen las violaciones a sus derechos humanos, sobre todo que la mayoría de ellas son madres solteras y sostén de sus familias, que muchas de ellas sufren de enfermedades graves como artritis, asma y cáncer. ASICh.